Febrero es el Mes de Concientización sobre la Violencia en el Noviazgo Adolescente (o TDVAM por sus siglas en inglés). Un esfuerzo nacional continuo para llamar la atención y prevenir las realidades de relaciones dañinas que experimentan los jóvenes, a nivel mundial.
TDVAM fue reconocida por el Congreso en 2010 y ahora se lleva a cabo en salones de clases, focus group, charlas, seminarios especiales, online, e incluso en muchos hogares, durante todo el mes de febrero.
El hecho de que se trate de una relación entre adolescentes, no significa que sea menos impactante. De hecho, nuestra crianza puede influir enormemente en nuestras relaciones posteriores.
Los comportamientos que nos resultan familiares -o que se normalizan- inicialmente tienen efectos. Idealmente, estos comportamientos se centran en el respeto mutuo y la dedicación a los intereses del otro; sin embargo, sabemos que no es así en las relaciones abusivas.
¿Sabías que cada año, alrededor del 12% de los estudiantes de secundaria estadounidenses sufren violencia física o sexual a manos de su pareja? En especial, las mujeres jóvenes, los adolescentes transexuales y los jóvenes con disconformidad de género, se ven afectados de manera desproporcionada.
Estadísticas (realmente impactantes) de violencia en el noviazgo adolescente
Tal vez te estés preguntando por qué la violencia en el noviazgo adolescente recibe una atención tan específica. Desafortunadamente, los jóvenes son una población particularmente vulnerable, y cuando se trata de violencia en el noviazgo, mucho más.
– Según la Organización Mundial de la Salud, 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo.
– El grupo de edad de 12 a 19 años experimenta una tasa más alta de violación y abuso.
Si hay algo que no podemos negar es que actualmente nos encontramos expuestos a todo tipo de violencia: en la calle, en el núcleo familiar y hasta en el noviazgo.
Recordemos que la violencia de pareja no sólo afecta a las mujeres y aunque los casos son menos sonados, los hombres también son víctimas.
A continuación, te enlistamos algunas formas de prevenirlo:
– Hablar de estas cosas puede ayudar a desmitificar cómo es realmente una relación sana. Si los adolescentes no han tenido modelos de relaciones sanas a su alrededor mientras crecían, ni representados en los medios de comunicación que consumen, puede ser comprensiblemente difícil navegar por este nuevo terreno de la intimidad interpersonal con algún sentido de dirección.
– Comunícale a tu pareja, de manera clara y respetuosa, tus preocupaciones, molestias y también las cosas positivas.
– Aprende técnicas de relajación, en la web hay muchas que puedes practicar.
– Dense espacios y tiempos para hacer actividades individuales.
– Siempre mantente firme con tus decisiones.
– Trabaja con tus emociones. Aprende poco a poco a gestionarlas y controlarlas.
– Cuando algo te moleste no desates tu enojo contra la otra persona, respira profundo y piensa antes de actuar. SIEMPRE.
A tener en cuenta:
Las bases de las relaciones son el respeto y la comunicación; no demandes, negocia y disfruta el tiempo con tu pareja.
Desde Madre Tierra, buscamos apoyar a nuestros jóvenes, adolescentes, padres y cuidadores para que aprendan a reconocer las «red flags» del abuso en el noviazgo este y todos los meses.
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Nathaly Bosch
Colaboradora para CIMMT.
